20 marzo, 2006 

CAFÉ BLANCHE



Creyendo que la mejor cura contra la melancolía
eran esas superficies radiantes y abiertas
fuiste hasta las memorables ruinas
y viste la estatua de basalto
que del cuerpo de Antonio hicieron.
Grecia era el testimonio, bajo esa copiosa
y virulenta luz, de cómo solo lo externo
tiene propia existencia.
Ética y belleza
eran una y lo mismo.
Tallar el cuerpo era
tallar también el alma.
Curar el odio a si mismo
era curar la soledad.

De vuelta a casa, liberado ya del pasado,
con aquellas camisas de colores chillones,
tus negros pantalones de tres prenses,
tus zapatos puntiagudos y habaneros,
el desnudo pecho mostrando la cadena
de oro macizo y los cinco medallones
entrabas al Blanche y pasabas las noches
bebiendo cubatas y quemando porros.

Todas y todos eran tuyos.
Te enamorabas, sin duda.
Amabas tanto los ritos de la carne,
su lenguaje y sus palabras
que incluso ahora, cuando escribes,
no sientes, tampoco, interés alguno
por el "acto final".

Harold Alvarado Tenorio

10 marzo, 2006 

Memoria de azul intenso



Este cielo de la memoria de un azul intenso
se parece al día en que murieron tus labios
en mis manos encendidas.

Mi recuerdo, ahora como el cierzo
-a fin de cuentas aire-,
cabalga por los montes buscando tus
amores en este armario de sueños,
en esta fragilidad suprema en que me
encuentras ahora que es de noche.

AJM


01 marzo, 2006 

Las expectativas de las mujeres





Las mujeres, al igual que los hombres,tienen fantasías
sexuales que podrían hacer mucho más excitante una
relación,pero no siempre se sienten libres para
expresarlas.Por varios años, los hombres pueden haber
mantenido una idea equivocada de lo que las mujeres
quedarian mas complacidos y complacerian a sus
mujeres mucho mas.

Por cierto, valdría la pena esperar que ellas nos
cuenten sobre estas fantasías, ya que serviria mucho
hacia el conocimiento que tenga su pareja sobre
estas y poder enriquecer las vivencias de cada pareja .
Por lo tanto, si el sexo no es como quisiéramos,
debe ser el hombre junto a su mujer quien ponga manos
a la obra, o al amor, para revertir esta situación.

Por supuesto, los hombres se preguntarán, ¿Cómo?
Para ello, basándonose en los comentarios de muchas
mujeres, sexólogos,y de encuentas varias que se han
echo a las mujeres en distintos paises le podemos
ofrecer una lista de las lujuriosas fantasías que
quizás su propia mujer esté esperando desde hace
tiempo.

Por cierto, sobre sexo no hay nada escrito, pero,
sin embargo, muchas mujeres dijeron cosas parecidas,
o bien muy interesantes,de las cuales se han tomado
las cinco principales, para pasar enumerárselas.

-Ellas quieren sentirse reinas

Esto no es tanto una fantasía que ellas hayan
expresado, pero sí una muy buena sugerencia para
las relaciones sexuales. Muchas mujeres necesitan
que sus hombres las contemplen con atención,ojo no
son solos los varones con años de convivencia son
los que se aburren de mas de lo mismo, tambien lo
sienten sus mujeres,por lo tanto no es un misterio
para ninguno de los integrantes de la pareja,asi
que hay que variar hay que crear el momento, tener
una puesta en escena si quieren llamarlo, porque si
lo hacen con una amante porque no con sus mujeres,
asi mismo digo a las mujeres porque la lenceria
atrevida insinuante cuando tienen una cita con un
amante, porque no con su esposo,reinventemonos
para nuestra pareja si es que todavia hay amor y
ganas que las cosas resulten mejor. Les gusta que
las besen desde los tobillos hasta la espalda,
un erotico masaje y despertarle sensaciones que
provengan de algún otro lugar que no sea la vagina.

También podría pasar un pequeño tiempo besándole el
muslo o las partes interiores de la muñeca. De esta
forma, será probable que ella se lo haga a usted
también,y, empezaran agradable juego erotico que
hara también que sus sensaciones seán más profundas.

- La boca, otra zona erógena

La use usted o ella, debe saber que a la mayoría de
las mujeres les encanta incorporar la boca a la
relación sexual.Para su sorpresa, muchas mujeres
desearían también usar sus bocas para erotizar más
a sus hombres.

Lo que secretamente desean, son ciertas direcciones.
Pero eso dependerá de cada una,por lo que no podemos
darle un “mapa” (pero él lo podría confeccionar).
Y el ruido: las mujeres aman oír toda clase de
ruidos agradables, para asegurarse de estar haciendo
un buen trabajo e incluso diriamos que a algunas no
les molestan las palabras fuertes,es mas podria
erotizarlas mas aun.

Recuerda, principalmente que las mujeres desean que
vaya muy a fondo con su boca (en todas las partes de
su cuerpo…), usando también los dedos cuándo sea
el momento, para luego seguir otra vez con la boca.

- No descartar el cumplir ciertas fantasías

Cumplir ciertas fantasías puede ser también muy
erotizante Por ejemplo, a muchas mujeres les podría
gustar tomar el rol de "chica mala", pero si el
hombre no lo propone no se animara a jugarlo por
tomarlo por varias cuestiones que van arraigadas
¿Como le gusta esto y si ya lo hizo antes?
entonces difícilmente se animarán a planteárselo.
Las fantasías pueden ser muy bellas, aunque
muchos/as no se den cuenta de eso, pero dependera
de la confianza que el hombre genere en su pareja,
para que ellas vayan saliendo a la luz.

Muchas mujeres señalan, por ejemplo,que ya se
sienten cansadas de ser una dama en el dormitorio,
así como de hacer el amor y estar rodeada de cosas
suaves todo el tiempo. Por eso, desea que su esposo
tuviera un sexo más salvaje con ella, y le pidiera
se comportara con mas agresividad,cada uno conoce a
su pareja y tambien conoce los limites no se trata
de lanzarse a una zaga sadomasoquista no, solo es
un poco de variedad y manejándola a su antojo…

En fin, existen una gran cantidad de mujeres que
quieren algo más salvaje para sus dormitorios. Pero
sucede que, simplemente,temen que si se comportan
de esa manera, sus hombres piensen mal de ellas,
por lo que están incluso atemorizadas que ellos,
erróneamente,las comiencen a tratar diferentemente
también fuera del dormitorio.Por eso, deben entender
que solo se trata de cambiar la vida sexual, y no
la vida.

- Más agresividad en la cama

Esto es casi una coincidencia unánime. La mayoría de
las mujeres realmente quería algo más agresivo, incluso
más allá del lenguaje. A muchas les gustaría ser atadas,
o tiradas del cabello.Esto no significa que se quede con
el pelo en la mano,estamos hablando de puestas en escenas.
En efecto, estaban bastante entusiasmadas acerca del sexo
agresivo.Pero como todo en la vida, no se lanze a atar a
su mujer sin antes tantear el terreno,podria ser muy mal
visto, si ud tiene una mujer muy conservadora.


Por supuesto, esto no implica que el hombre deba llegar
a su casa y abofetear a su mujer, pero en su lugar,
quizá un pequeño rasguño en el dormitorio podría trabajar
de maravillas para la vida sexual.Y si eso no es suficiente,
podrá intercambiar roles, y dejar que ella sea el agresor.

Por supuesto, desde aquí, sólo le puedo señalar todo
lo que muchas mujeres y sexólogos han comentado en las
oportunidades que han sido consultadas en el tema y en las
conversaciones que se tienen entre mujeres,pero cada caso
es único, y cada hombre debe sentirse libre
de experimentar cual es del de su pareja.

Está claro que no es nada fácil alentarlas a llevar
adelante lo que realmente desearían hacer en el dormitorio,
y sentirse libres para expresar sus deseos sexuales. Pero
en el fondo,es también su responsabilidad que ellas lo
puedan hacer, y también saber encontrar estas cuestiones
en su propia relación.

Comunicándose en forma más abierta acerca del sexo,
les permitirá descubrir ella está mucho más que dispuesta a
acercarse a cosas nuevas.
¡No pierdan la oportunidad de descubrirlo!

27 febrero, 2006 

Balada para un loco.. me encanta



Las tardecitas de Buenos Aires tienen
ese qué sé yo,¿viste?
Salís de tu casa, por Arenales.
Lo de siempre: en la calle y en vos. . .
Cuando, de repente, de atrás de un árbol,
me aparezco yo.
Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer
polizonte en el viaje a Venus: medio melón en
la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en
la piel, dos medias suelas clavadas en los pies,
y una banderita de taxi libre levantada en cada
mano. ¡Te reís!... Pero sólo vos me ves:
porque los maniquíes me guiñan; los semáforos
me dan tres luces celestes, y las naranjas del
frutero de la esquina me tiran azahares.
¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando,
me saco el melón para saludarte, te regalo una
banderita, y te digo...

(Cantado)

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao;
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor... ¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos:

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
¡Ya vas a ver!

(Recitado)

Salgamos a volar, querida mía;
subite a mi ilusión super-sport,
y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!

De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
los locos que inventaron el Amor;
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.

Nos sale a saludar la gente linda...
Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
provoco campanarios con la risa,
y al fin, te miro, y canto a media voz:

(Cantado)

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esta ternura de locos que hay en mí,
ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Abrite los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir...
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-la-larará!

(Gritado)

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca ella y loco yo...
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca ella y loco yo!

Letra: Horacio Ferrer
Música: Astor Piazzolla



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23 febrero, 2006 

No te detengas nunca




No te detengas nunca
cuando quieras buscarme.
Si ves muros de agua,
anchos fosos de aire,
setos de piedra o tiempo,
guardia de voces, pasa.
Te espero con un ser
que no espera a los otros:
en donde yo te espero
sólo tú cabes. Nadie
puede encontrarse
allí conmigo sino
el cuerpo que te lleva,
como un milagro, en vilo.
Intacto, inajenable,
un gran espacio blanco,
azul, en mí, no acepta
más que los vuelos tuyos,
los pasos de tus pies;
no se verán en él
otras huellas jamás.
Si alguna vez me miras
como preso encerrado,
detrás de puertas,
entre cosas ajenas,
piensa en las torres altas,
en las trémulas cimas
del árbol, arraigado.
las almas de las piedras
que abajo están sirviendo
aguardan en la punta
última de la torre.
Y ellos, pájaros, nubes,
no se engañan: dejando
que por abajo pisen
los hombres y los días,
se van arriba,
a la cima del árbol
al tope de la torre,
seguros de que allí,
en las fronteras últimas
de su ser terrenal
es donde se consuman
los amores alegres,
las solitarias citas
de la carne y las alas.

Pedro Salinas español

22 febrero, 2006 

Lecciones de erotismo



Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
no es tarea fácil -si placentera-
No creas hacerlo en un día o noche
de sábanas explayadas.
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas


El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado.
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
a corregir el rumbo cuando nube huracán
o aullido profundo
te pongan estremecimientos.
Cuenco de la mano que no sospechaste

Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos
cúmulos nimbus de los pulmones
niebla en el cerebro
temblor de las piernas
maremoto adormecido de los besos


Instálate en el humus sin miedo
al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído
revuélvele la espesa cabellera
con la espada de fuego usurpada
Muerde la manzana


Huele
Duele
Intercambia miradas saliva impregnante
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos


Escucha caracola del oído
como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua


Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
Navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo
Llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz


Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado-
Duérmete náufrago.

Gioconda Belli poeta nicaraguense

19 febrero, 2006 

Las grandes mujeres



En las grandes mujeres reposó el universo.
Las consumió el amor, como el fuego al estaño,
a unas; reinas, otras, sangraron su rebaño.
Beatriz y Lady Macbeth tienen genio diverso.
De algunas, en el mármol, queda el seno perverso.
Brillan las grandes madres de los grandes de antaño.
Y es la carne perfecta, dadivosa del daño.
Y son las exaltadas que entretejen el verso.

De los libros las tomo como de un escenario
fastuoso -¿Las envidias, corazón mercenario?
Son gloriosas y grandes, y eres nada, te arguyo.

-Ay, rastreando en sus alas, como en selvas las lobas,
a mirarlas de cerca me bajé a sus alcobas
y oí un bostezo enorme que se parece al tuyo.

Alfonsina Storni


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